Hoy 12 de julio estamos en Guayaquil, después de desayunar nos repartimos en dos grupos, uno de los grupos se fue a Nigeria(Fernando, Sara, Carla, Eva S. y Manuel), así que para comenzar vamos a contar lo que hemos visto y hecho en Nigeria:
Para comenzar, nos metieron en una camioneta, y no íbamos sentados delante, ni en sillones normales, sino que nos han metido en la parte de detrás de esta, y nos han cerrado con un candado las puertas, no por si nos caíamos nosotros, sino por si entraba alguien. Después de unos 20 minutos viendo casas hechas con caña, y unas pocas de ladrillo, hemos aparcado, o “parqueado” como dicen aquí,
cerca de un estero del río Guayas. Cuando llegamos, hay que admitir que estábamos un poco… asustados, porque decían que era la parte mas pobre de la ciudad, que hay mucha violencia, etc… Cuando hemos llegado, nos hemos dado cuenta de que es muy diferente a lo que dicen. Las personas que viven allí son unas de las mas amables y humildes que hemos visto. Después de unos cinco minutos viendo la situación de los que viven ahí, nos han llevado en un paseo en canoa por el estero. El dueño de la canoa, que era el que nos llevaba, nos contaba que mucha de la gente que vivía ahí ganaban dinero para comer gracias a la pesca y a la cría de cerdos, gallinas, etc… cosa que parece impresionante ya que todo el estero y sus alrededores esta completamente lleno de basura. El resto del paseo en canoa fue impresionante, porque nos hemos dado cuanta de que a pesar de la pobreza extrema que se vive en Nigeria, tiene su encanto, ya que la gente se construye sus casas, van mejorándolas poco a poco, y se intentan ayudar unos a otros a pesar de que prácticamente no tienen nada. Para terminar, a la vuelta del viaje en canoa nos han llevado a una casa para comer un “refrigerio”, eran unas patatas fritas, zumo de naranja y queso. Algunos afirmaban que eran las mejores patatas fritas y el mejor zumo que han probado en su vida, y hay quien por fin ha comido más de un bocado desde que estamos aquí. Después hemos pasado un rato con un hombre llamado Carlos, que nos ha enseñado prácticamente como viven y como pasa el rato la gente de Nigeria. Por ultimo de vuelta al albergue hemos recogido a un@s niñ@s para llevarlas al colegio. Toda la experiencia ha sido inolvidable
cerca de un estero del río Guayas. Cuando llegamos, hay que admitir que estábamos un poco… asustados, porque decían que era la parte mas pobre de la ciudad, que hay mucha violencia, etc… Cuando hemos llegado, nos hemos dado cuenta de que es muy diferente a lo que dicen. Las personas que viven allí son unas de las mas amables y humildes que hemos visto. Después de unos cinco minutos viendo la situación de los que viven ahí, nos han llevado en un paseo en canoa por el estero. El dueño de la canoa, que era el que nos llevaba, nos contaba que mucha de la gente que vivía ahí ganaban dinero para comer gracias a la pesca y a la cría de cerdos, gallinas, etc… cosa que parece impresionante ya que todo el estero y sus alrededores esta completamente lleno de basura. El resto del paseo en canoa fue impresionante, porque nos hemos dado cuanta de que a pesar de la pobreza extrema que se vive en Nigeria, tiene su encanto, ya que la gente se construye sus casas, van mejorándolas poco a poco, y se intentan ayudar unos a otros a pesar de que prácticamente no tienen nada. Para terminar, a la vuelta del viaje en canoa nos han llevado a una casa para comer un “refrigerio”, eran unas patatas fritas, zumo de naranja y queso. Algunos afirmaban que eran las mejores patatas fritas y el mejor zumo que han probado en su vida, y hay quien por fin ha comido más de un bocado desde que estamos aquí. Después hemos pasado un rato con un hombre llamado Carlos, que nos ha enseñado prácticamente como viven y como pasa el rato la gente de Nigeria. Por ultimo de vuelta al albergue hemos recogido a un@s niñ@s para llevarlas al colegio. Toda la experiencia ha sido inolvidable
Ahora narraremos las aventuras del segundo grupo, que nos dirigimos a ver Bastión, La flor de Bastión, y la Ladrillera. Estos son tres de los grandes núcleos donde se puede encontrar la pobreza en esta zona de Guayaquil. Primero fuimos a Bastión y vimos los barrios en la furgoneta, pues que la seguridad era lo primero, después nos dirigimos a la flor de Bastión que al igual que en Bastión no bajamos, si acaso a ver alguna escuela de la obra Salesiana. Y finalmente llegamos a Ladrillera, que allí si que bajamos a ver como elaboraban los ladrillos artesanalmente, fue algo realmente impresionante el trabajado artesanal que realizan estas personas que no tienen nada, y que al terminar el proceso solo recibían una ganancia de 5$ tras pagar todo lo utilizado. Fue una experiencia realmente impresionante, ver a los niños como miraban y sonreían al verte pasar en la furgoneta. Realmente lo que nuestros ojos vieron en ese lugar creo que no tiene precio.
Por la tarde estuvimos en el albergue y realizamos otra vez lo talleres que habíamos realizado ya días anteriores pero ahora con los niños de Nigeria, ni mas ni menos que 85 niños! Pero para nuestra sorpresa estos talleres fueran de maravilla y nos llevamos muchas alegrías tras el termino de estos. Tras terminar esto, fuimos a cenar a una “marisquería” y la velada transcurrió en perfecta armonía.
La información para los papas, estamos todos muy bien, y sin enfermar ninguno aun, esto transcurre en perfectas condiciones, todos contentos y felices, pero un poquitín cansados!
PD. Ana González, era Cuy no era un filete, búscalo en Internet y veras que ternura! jajaja
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